21 mayo 2011

A BEIRA DO NEIRA



Vista de la Residencia San Vitorio
En Baralla de la mano de Don Ramón cura-párroco de Pousada la Fundación San Rosendo construyó un edificio para destinarlo a residencia y apartamentos tutelados para los mayores.
Las carencia de residencias de Tercera Edad publicas, es palpable en Galicia y es de agradecer la labor que realiza la Fundación San Rosendo; de no ser por Don Ramón, los mayores de Baralla seguirían sin contar con un centro donde disfrutar de una bien ganada calidad de vida.
El centro San Vitorio (así se llama la residencia) es una garantía de atención y servicios a las personas mayores del Concello y bueno sería que contribuyera a sufragar el coste de los residentes pues es más que improbable que sus pensiones no alcancen para pagar los servicios. De no ayudar económicamente a los vecinos del Concello, es más que probable, que se ocupen las plazas con gentes de otros lugares con mayor poder adquisitivo. Urge la aplicación de la Ley de la Dependencia en Galicia; la falta de aplicación genera marginación y exclusión social.
Manuel y sus 91 años
Soy defensor “de lo publico” pero no enemigo de las iniciativas privadas; la construcción y explotación de la residencia de mayores en Baralla por parte de la Fundación San Rosendo es un ejemplo del buen hacer de las actividades privadas no ejercidas por las administraciones publicas.
Mi progenitor es uno de sus primeros “moradores” de la residencia San Vitorio; le costo mucho tomar la decisión de abandonar su casa para ir en busca de un lugar donde fueran cubiertas todas las necesidades y todos los servicios que precisan las personas mayores. Costoso también es la aportación económica pero todos los esfuerzos que hay que hacer merecen la pena para compensar a nuestros mayores.
Dar la bienvenida a la residencia y expresar mi gratitud a quienes la han hecho posible, especialmente a Don Ramón es el objeto de este “post”... al Cesar, lo que es del Cesar y a Don Ramón: ¡Gracias, muchas gracias!


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